Haití se a enfrentar a una situación muy dura sin que haya pasado un año si quiera del caótico terremoto. Una epidemia de cólera azota el país, afectando a más de 4.000 personas, y se ha cobrado la vida de casi 300, pero esta enfermedad no perjudica solamente a las personas infectadas, si no que miles de personas pasarán hambre, y aunque los riesgos de contagio en cualquier país desarrollado serían mínimos, en Haití es prácticamente imposible detener la expansión de la enfermedad, pues ni siquiera tienen agua suficiente para lavarse las manos (medida de prevención básica para evitar el contagio).
Todos nos preguntamos cómo es posible que en un territorio tan pequeño ocurran tantas desgracias seguidas, pero esto no es algo fortuito, es el resultado de una situación de abandono e indiferencia por parte de las personas que debíamos haber actuado nueve meses atrás, y si es verdad que todo el mundo se solidarizó con la causa, pero solo durante los primeros 15 días, mientras salía en el telediario, y es que solo sabemos responder ante estímulos mediáticos, engañosos y pasajeros en su mayoría. Y es que, ¿qué nos creemos, que a todas esas personas se les arregla la vida si cualquier personaje famoso sale hablando “muy afectado” en los programas del corazón? Las desgracias ajenas son bastante efímeras en nuestras memorias, ¿dónde queda ese concepto de conciencia social? Y es que no entiendo como permitimos que se destinen para temas completamente secundarios presupuestos infinitamente mayores que los que nuestros gobiernos destinan para cubrir necesidades básicas e imprescindibles, pero hasta que cada uno de nosotros no sea consciente de la situación del mundo que nos rodea nada cambiará, y es que no sé como permitimos que a estas alturas se sigan cometiendo estas injusticias y desigualdades. Debería darnos vergüenza, y es que medio mundo va en avión de lujo, el otro medio va en patera.
(Dejo un dibujo de Banksy, que creo que refleja ese concepto de desigüaldad)